Guijarros y diamantes
Un grupo de nómadas estaban acampados en el desierto una noche y, tras una dura jornada a lomos de sus camellos, se disponían a descansar.
Pero un extraño fenómeno los interrumpió: una intensa luz apareció en el cielo y, a continuación, una voz sobrehumana se dirigió a ellos en estos términos:
Reunid todos los guijarros que encontréis por el suelo y guardadlos en vuestras alforjas.
Caminad y, al anochecer, os sentiréis contentos y a la vez tristes.
Cuando la presencia divina volvió a hacerse invisible, los nómadas se miraron entre si,
decepcionados y enojados por lo que había
ocurrido, ya que esperaban una revelación que les ayudara a crear riqueza, salud y bienestar
para todo el mundo y, en cambio, les había hecho un encargo sin aparente importancia y
al que no hallaban sentido.
No obstante, le hicieron caso y cogieron algunas piedrecillas.
A la noche siguiente, descubrieron que los
guijarros se habían convertido en diamantes y
se alegraron de ello, pero también estaban tristes por no haber recogido mayor cantidad.
Así es la vida, está llena de cosas que parecen carentes de sentido- como un saludo, un beso,
una apretón de manos, unas gracias...-,pero
realmente son tan valiosos como diamantes.
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