Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca. Junto a ti, Señor, buscare otro mar.
Tu nos dijiste que la muerte no es el final del camino; que, aunque moriremos, no somos carne de un ciego destino.
Señor me has mirado a los ojos.....
Tu nos hiciste, tuyos somos. Nuestro destino es vivir siendo felices contigo sin padecer ni morir.
Señor me has mirado a los ojos.......
Tu sabes bien lo que tengo En mi barca no hay ni oro ni espada Tan solo redes y mi trabajo.
Señor me has mirado a los ojos........
Tu necesitas mis manos mi cansancio que a otros descansen. Amor que quiera seguir amando.
Señor me has mirado a los ojos......
Tu pescador de otros mares, ansia eterna de almas que le esperan. Amigo bueno que así te llaman.
Cesareo Garabain
No hay comentarios:
Publicar un comentario