Romance1 -Buen juez mejor testigo.

Entre pardos nubarrones pasando la blanca luna,con resplandor fugitivo,
la baja tierra no alumbra.
La brisa con frescas alas, juguetona no murmura,
y las veletas no giran entre la cruz y la cúpula 
 tal vez un pálido rayo la opaca atmósfera cruza ,
y unas en otras las sombras confundidas se dibujan.
Las almenas de las torres un momento se columbran como lanzas de soldados
apostados en la altura ,reverberan los cristales la trémula llama turbia.
y un instante entre las rocas viela la fuente oculta. Los álamos de la vega parecen en la espesura de fantasmas apiñados medros y gigante turba,
y alguna vez desprendida gatea pesada lluvia,que no despierta a quien duerme,
ni a quien medita importuna .
Yace Toledo en el sueño entre las sombras confusa y el Tajo a sus pies pasando,con pardas ondas lo arrulla .
El monótono murmullo sonar perdido se escucha, cual si por los hondos valles hirviera del mar la espuma. 
!Que dulce es dormir en calma¡cuando a lo lejos susurran,
 los alámos que se mecen las aguas que se derrumban.
Se sueñan bellos  fantasmas que el sueño del triste endulzan,y en tanto que sueña  el triste
no le aqueja su amargura .
Tan en calma y tan sómbria como la noche que enluta, la esquina en que desemboca una callejuela oculta, 
se ve de un hombre que aguarda la vigilante figura,y tan a la sombra vela que entre las sombras se ofusca.
Frente por frente a sus ojos un balcón a poca altura deja escapar por los vidrios
la luz que dentro le alumbra ,mas ni en claro aposento ,ni en la callejuela oscura,
el silencio de la noche rumor sospechoso turba.
Pasó asi  tan largo tiempo, que pudiera haberse duda de si es hombre,o solamente mentira ilusión nocturna.
pero es hombre ,y bien se ve, porque con planta segura  ganando el centro a la calle,
resuelto y audaz pregunta. ¿Quien va? y a corta distancia al igual compás se escucha
de un caballo que sacude las sonoras herraduras ¿Quien va?  repite y cercana  otra voz menos robusta responde:es un hidalgo, ! calle¡ y el paso el bulto apresura  tengase el hidalgo el hombre replica ,y la espada empuña .
Ved mas bien si me hareis calle,repitieron con mesura ,que hasta hoy a nadie se tuvo
Iván de Vargas y Acuña.
  Pase el  Acuña y perdone  dijo el mozo en faz de fuga ,pues teniendose  el embozo sopla un silbato y se oculta .
 Paró el jinete a una puerta,y con precaución difusa salio una niña al balcón que llama interior alumbra.
  Mi padre¡ clamo en voz baja¡ y el viejo en la cerradura metió la llave pidiendo a sus gentes que le acudan.
Un negro por ambas budas tomo la cabalgadura cerrose  detras la puerta,y quedó  la calle muda.
En esto desde el balcón,como quien tal  acostumbra un mancebo por las rejas de la calle se asegura .
Asio el brazo al que apostado,hizo cara a Iván de Acuña y huyeron en el embozo velando la catadura.
Clara ,apacible y serena, para la siguiente tarde ,el sol tocando su ocaso apaga su luz gigante.
 Se ve la imperial Toledo dorada por los remates, como una ciudad de grana coronada de cristales.
El Tajo por entre rocas sus anchos cimientos lame,dibujando en las arenas las ondas conque las bate. 
Y la ciudad se retrata en las ondas desiguales,como en prenda de que el rio tan afanosa la bañe.
A lo lejos en la vega ,tiende galán por sus margenes, de sus álamos y huertos el pintoresco ropaje y por su altiva gala mas a los ojos halage la salpica con escombros de castillos y alcázares.
Un recuerdo es cada piedra que toda una historia vale ,cada colina un secreto de principes y galanes.
Aqui se bañó la hermosa por quien dejo un muy culpable,amor, fama,reino y vida en manos de musulmanes.
Alli recibió Galiana a su receloso amante ,en esa cuesta que entonces era un plantel de azahares.
Allá por aquella torre que hicieron puerta los árabes .
La sombra en estos momentos tiende sus turbios cendales por todas estas memorias de las pasadas edades y del Canbrón y Bisagra los caminos desiguales camino a los toledanos hacia las murallas abren.
Los labradores se acercan al fuego de sus hogares, cargados con sus aperos cansados de sus afanes.
Los ricos y sedentarios se toman con paso grave calado el ancho sombrero abrochados los gavanes;y los clericos y monjes y los prelados y abades sacudiendo el leve polvo de capelos y sayales.
Quédose solo un mancebo de impetuosos ademanes que se pasea ocultando entre la capa el semblante.
Los que pasan le contenplan con decisión de evitarle y´el contempla a los que pasan como si alguien aguardase .Los timidos aceleran el paso al divisarle,cual temiendo de seguro que les proponga un combate,y los valientes le miran cual si sintieran dejarle sin que libres sus estoques en riña sonora dancen
Una mujer tambien sola,la luz del rostro escondida en tocas y tafetanes.
Mas en lo leve del paso ,y en lo flexible del talle puede a través de los velos una hermosa adivinarse .
Vase derecha al que aguarda ,y él al encuentro le sale diciendo.....cuanto se dicen en las citas los amantes .
Mas, ella galanterias dejando severa aparte, asi al mancebo interrunpe con voz decisiva y grave.
Abreviemos de razones Diego Martinez,mi padre que un hombre ha entrado en su ausencia
dentro de mi aposento sabe quien mancha mi honrra ,con la suya me la lave;o !dadme mano de esposo,o libre de vos dejadme¡ 
Miróla Diego Martinez atentamente un instante y echando a un lado el embozo repuso palabras tales. 
Dentro de un mes Ines mia ¡parto a la guerra de Flandes: al año estaré de vuelta y contigo en los altares, honrra que yo te desluzca ,con honra mia se lave que por honra vuelven honrra, hidalgos que en honra nacen¡ Juralo ¡ esclamó la niña Mas que mi palabra vale no te valdrá un juramento.
Diego; la palabra es aire,Vive Dios que estás tenaz,dalo por jurado y baste,
No me basta ,que olvidar puedes la palabra en Flandes ¡Voto a Dios¡ ¿que mas pretendes?
Que a los pies de aquella imagen lo jures como cristiano del Santo Cristo delante .
Vaciló un punto Martinez mas porfiando que jurase llevóle Ines hacia el templo que en medio la Vega yace.
Enclavado en un madero en duro y postrero trance ,ceñida la sien de espinas,descolorido el semblante viase alli un crucifijo teñido de negra sangre a quien Toledo devota acude hoy en sus azares.
Ante sus plantas divinas llegaron ambos amantes y haciendo Ines que Martinez los sagrados pies tocase.
Preguntandole Diego ¿Juras a tu vuelta desposarme ? contestó el mozo ¡ Si juro¡y ambos del templo salen.
Paso un dia y otro dia un mes y otro mes paso y un año pasado habia mas de Flandes no volvia.
Diego que a Flandes partió lloraba la bella Inés su vuelta aguardando en vano ,oraba un mes y otro mes del crucifijo a los pies puso el galán su mano.
Todas las tardes despues de traspuesto el sol y a Dios llorando pedia la vuelta del español,y el español no volvia y siempre al anochecer sin dueño y sin escudero en un manto una mujer al campo salia a ver al alto del miradero,porque nació mujer ella y el viejo nacio altanero.
Dos años al fin pasaron en esperar y gemir y las guerras acabaron y los de Flandes tornaron a sus tierras a vivir. 
Paso un dia y otro dia un mes y otro mes pasó y el tercer año corria Diego a Flandes se partio .
Era una tarde serena doraba el sol de ocidente,del Tajo la vega amena y apoyada en una almena
miraba Inés la corriente iban las tranquilas olas las riberas azotando ,bajo las murallas solas musgo ,espigas y amapolas ligeramente doblando 
Algún olmo que escondido crecio entre la hierba blanda sobre las aguas tendido se reflejaba perdido en su cristalina banda ,y algún ruiseñor colgado, entre la fresca espesura daba al aire embalsamado su cántico regalado desde la enramada oscura y algún pez con cien colores tornasolada la escoma ,saltaba a besar las flores que exhalan gratos olores alas puntas de una rama y alla ,en el tremulo fondo el torreón se dibuja como el contorno redondo del hueco sombrio y hondo que habita nocturna bruja
asi la niña lloraba el rigor de su fortuna y asi la tarde pasaba y al horizonte trepaba la consoladora luna a lo lejos ,por el llano en confuso remolino vio de hombres tropel lejano que en pardo polvo liviano , dejan envuelto el camino.
Bajó Ines del torreón y llegando recelosa a las puertas del Cambron sintio latir zorzobrosa mas inquieto el corazón un galán como altanero dejo ver la escasa luz por bajo el arco primero un hidalgo caballero en un caballo andaluz jubón negro acuchillado banda azul ,lazo en la hombrera y sin pluma al diestro lado,el sombrero derribado tocando con la gorgera bombacho gris bota de ante ,espuela de oro hierro al cinto suspendido y a una cadena prendido ,agudo cuchillo moro ,vienen tras este jinete sobre
potros jerezanos de lanceros hasta siete ,y en adarga y coselete diez peones castellanos.

Asiose a su estribo Ines  gritando  ! Diego ,eres tú ¡ y él  viendola  de través dijo ! Voto a  Belcebu,
que no me acuerdo quien es. Dio la triste un alarido tal respuesta al ,escuchar ,y a poco perdio el sentido sin que mas voz y gemido volviera en tierra a exhalar .
Frunciendo ambos a dos cejas encomendóla a sus gentes diciendo  Malditas  viejas que a las mozas malamente enloquecen  con consejos.
Yaplicando el  capitán a su potro las espuelas el rostro a Toledo dan y a trote cruzando van las oscuras callejuelas.
 Asi por sus altos fines dispone y permite el cielo  que puedan mandar al hombre fortuna poder y
tiempo. A Flandes partio Martinez de soldado aventurero y por su suerte y hazañas alli  capitán le hicieron.
Según alzaba  en honores alzábase  en pensamientos y tanto ayudo en la guerra con su valor y altos hechos,que el mismo Rey a su vuelta le armó en Madrid  caballero ,tomandole a su servicio por capitán de lanceros.
Y otro no fué que Martinez que a poco entro en Toledo,tan orgulloso y ufano cual salio humilde y pequeño.
Ni es otro a quien se dirige cobrando el conocimiento la  amorosa Ines de Vargas que vive por el muriendo,
Mas él ,que olvidando todo olvido su nombre mesmo,puesto que Diego Martinez es el capitan don Diego.
Ni se ablanda a sus caricias ni cura de sus lamentos diciendo que son locuras de gente de poco seso, que ni él prometió casarse ni pensó jamas en ello, tanto mudar a los hombres fortuna poder y tiempo.
En vano porfia Inés  con amenazas y ruegos cuanto mas ella importuna está Martinez severo.
abrazada a sus rodillas enmarañado el cabello la hermosa niña lloraba prosternada por el suelo.
Mas todo empeño era inútil porque el capitán don Diego no ha de ser Diego Martinez como lo era en otro tiempo.
  Y así llamando a su gente de amor y piedad ajeno, mandóles  que a Ines  llevaran de grado o de valimiento.
  Mas ella, antes que la asieran cesando un punto en su duelo así  habló el rostro lloroso,hacia
Martinez  volviendo Contigo se fue mi honrra contigo tu juramento pues buenas prendas son ambas en buen fiel  las pesaremos  y la faz descolorida  en la mantilla  envolviendo a paso desalentados salio-se  del aposento.   
    Era entonces en Toledo por el rey ,gobernador el justiciero y valiente,Don  Pedro  Ruiz  de Alarcón  muchos años por su patria  el buen viejo peleó cercenado tiene un brazo,mas entero el corazón. 
La mesa tiene delante , los jueces en rededor los corchetes a la puerta y en la derecha
el bastón.  Está como presidente del tribunal  superior entre un dosel y una alfonbra  reclinado en un sillón,escuchando con paciencia  la casi asmática voz con que un letrico escribano solfea una apelación.
Los asistentes bostezan al murmullo arrullador los jueces medio dormidos hacen  pliegues el ropón los escribanos repasan sus pergaminos al sol ,los corchetes a una moza guiñan en un corredor.
Y abajo en Zocodover,gritan  en discorde son los que en el mercado venden lo vendido y el valor.
Una mujer en tal punto en faz  de grande  aflición rojos de llorar los ojos ronca de gemir la voz,
suelto el cabello y el manto tomó plaza en el salón diciendo a gritos  ! Justicia¡  jueces justicia señor.
y ,a los pies se arroja  humilde de don Pedro de Alarcón,en tanto que los curiosos se agitan alrededor.
Alzóla  cortés don Pedro calmando la confusión y el tumultuoso murmullo que esta escena ocasiono,diciendo  Mujer   ¿que quieres?  Quiero justicia  señor.  ¿De que?  De una prenda hurtada  ¿Que prenda?
Mi corazón  ¿tu les diste?  lo preste.  Y ¿no te lo han devuelto? No  ¿tienes testigos?  Ninguno .
¿y promesas? Si por Dios  Que al partirse de Toledo un juramento  empeñó  ¿Quien es él ? Diego Martinez
¿Noble?  ! y capitán señor ¡  Presentarme al capitán que cumplirá si juró  quedo en silencio la sala y a poco en el corredor se oyó de botas y espuelas el acompasado son  un portero levantando el tapiz en alta voz dijo El capitán don Diego...y  entró luego en el salón Diego Martinez,los ojos llenos de orgullo y furor.
¿Sois el  capitán don Diego? dijole don Pedro--vos? contestó altivo y sereno  Diego Martinez. Yo soy.
¿Conoceis  a esta muchacha? Ha tres ,años ,salvo error  ¿Hicisteisla juramento de ser su marido? No
¿Jurais  no haberlo jurado?  !Si juro¡  Pues id con Dios  Miente ¡clamo Ines llorando de despecho y de rubor
Mujer  piensa lo que dices......Digo que miente, juro , ¿tienes testigos?  Ninguno capitán idos con Dios y dispensad  que acusado dudara de vuestro honor  tornó  Martinez la espalda  con brusca  satisfación e Ines que le vio partirse  resuelta y firme gritó.   Llamadle ,tengo un testigo llamadle otra vez señor .
Volvio  el  capitan don Diego sentose  Ruiz de Alarcón  la multitud  aquietóse y la de Vargas siguio tengo un testigo a quien nunca faltó verdad ni razón  ¿Quien? un hombre que de lejos nuestras oyó.
Mirandonos desde arriba.  ¿estaba en algún balcón? No que estaba en un suplicio don ha tiempo que expiró
Luego ¿es muerto? No que vive  Estais loca  !vive Dios¡ ¿Quien fue?  El Cristo de la Vega.
A cuya faz perjuró pusieronse en pie los jueces al nombre del Redentor escuchando con asombro tan excelsa apelación.
 Reino un profundo silencio de sorpresa y de pavor y Diego bajó los ojos de vergüenza y confusión un instante con los jueces don Pedro en secreto  habló y levanto-se diciendo con respetuosa voz

La ley es ley para todos tu testigo es el mejor  mas para tales testigos ,no hay mas tribunal que Dios.
Haremos.....lo que sepamos Escribano,al caer el sol  al Cristo que está en la Vega tomando declaración.
Era una tarde serena cuya luz tornasolada del purpurino horizonte blandamente se derrama plácido aroma las sus hojas plegando exhalan y el cefiro entre perfumes mece las trémulas olas.
Brillan abajo en el valle con suave rumor  las aguas y las aves en la orilla ,despidiendo al dia cantan .
Allá por el Miradero por el Cambrón y Bisagra confuso tropel de gente del tajo a la Vega baja.
Vienen delante don Pedro de Alarcón  Ivan de Vargas, su hija Ines ,los escribanos  los corchetes y los guardias y detrás ,monjes  hidalgos mozas  chicos y canalla . Otra turba de curiosos ,en la Vega los aguarda cada cual comentariando  el caso según le cuadra, entre ellos está Martinez  en apostura  bizarra,calzadas espuelas  de oro valona  de encaje blanca ,bigote a la borgonesa,melena  desmelenada el sombrero guarnecido
con cuatro lazos de plata.
  Los prebeyos ,de reojo le miran de entre las capas,los chicos al uniforme y las mozas a la cara.Llegando  el  gobernador y gente que le acompaña entraron todos al claustro que iglesia      
y patio separa. 
Encendieron  ante el Cristo  cuatro y una lámpara 
y de hinojos un momento le rezaron
en voz baja .
Está el Cristo de la Vega  la cruz en tierra  posada  los pies  alzados del  suelo poco menos
de una vara, hacia la severa  imagen ,un notario se adelanta de modo que con el  rostro al pecho santo llegaba.
 A un lado tiene a  Martinez  a otro lado a  Ines de Vargas  detrás al  gobernador con sus gentes
y sus guardias  Despues de leer dos veces  la acusación entablada el  notario a Jesucristo asi demandó  en voz alta.
 Jesús ,hijo de Maria  ante  nos  esta mañana  citado como testigo por boca de Ines de Vargas.
¿Jurais ser cierto  que  un dia a  vuestras  divinas plantas  juró a Ines Diego Martinez  por su mujer desposarla?  Asida  a un brazo  desnudo  una mano aterazada vino a  posar en los autos  la seca y hendida palma y alla en los aires:  Si juro   clamó una voz mas que humana .
Alzó  la turba medrosa la vista a la
imagen santa .....Los labios tenia  abiertos y una mano desclavada .
                              Conclusion-
Las vanidades  del mundo  anuncio  alli  mismo Inés y espantado de si propio  Diego Martinez también.
Los escribanos temblando  dieron de esta escena fé firmando como  testigos cuantos hubieron poder.
Fundose un  aniversario y una capilla con  él  y don Pedro de Alarcón el altar  ordenó hacer donde hasta el  tiempo que corre y en cada año una vez con la mano desclavada.

                     EL CRUCIFIJO     SE    VE        
                            --FIN---                                

P.D: Estos Romances han sido facilitados por  D. Casto Delgado Molina  . Amigo y primo.

Este Santo Cristo se encuentra en el pueblo de Atienza, adonde acudía mi padre cada año pues tenia una gran devoción por el.






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