La vejez no se improvisa. La vejez del hombre
de espíritu joven,es como un imponente atardecer lleno de grandiosidad y de belleza.
Lo importante en la vida no es superar a los
demás, sino superarnos a nosotros mismos.
Para estar bien con los demás hay que estar
bien con uno mismo.
La lealtad constituye el más sagrado bien del
corazón humano.
Cuanto más sufre un hombre, tanto más profunda se hace su fuerza.
Dos cosas llenan mi alma de adoración y
veneración siempre nuevas: el cielo estrellado
sobre mi y la luz de la conciencia dentro de
mi.
Todo encuentro se da en la intimidad.
Las grandes decisiones se toman en la soledad.
Se sufre solo. Se muere solo.
El secreto de la paciencia es hacer algo
mientras tanto.
Buscando el bien de nuestros semejantes,
encontramos el nuestro.
Estos pensamientos me han parecido muy interesantes los he encontrado en un libro que me regaló Vero la novia de mi nieto Diego.
Estos pensamientos me han parecido muy interesantes los he encontrado en un libro que me regaló Vero la novia de mi nieto Diego.
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