Bien dijo Emersón, que cuando un hombre abre la boca, se juzga a si mismo.
Las desgracias, los problemas, las preocupaciones y las crisis son inevitables, forman parte de nuestra vida, la forma en que
nos afectan es nuestro problema.
Miguel de Unamuno dijo que el modo de dar
una vez en el clavo, es dar cien veces en la
herradura;
El mayor error es darte por vencido.
Los excesos de todo siempre se pagan a un
alto precio.
Es muy importante ( saber), pero si el saber
no nos conduce al (hacer), nada tenemos y nada es.
Cuando se encuentra la llave de la felicidad,
siempre hay alguien que cambia la cerradura.
La felicidad es una mala memoria y una buena salud.
La vida de los padres es el libro de los hijos.
Donde no hay madre, hay desmadre.
No se debe correjír a un hijo, cuando se esta
enfadado se puede correjír en tono cariñoso.
Entrar en paciencia y no lamentarnos, para que no nos digan la Sra Lamentos.
Hay que hablar de los ausentes como si
estuvieran presentes.
Quiera lo que Dios quiera, y hacer lo que
Dios haga.
Sin pasar por la cruz no se llega a la luz.
La elegancia suprema, consiste en no hacerse
notar.
El que de trapo llega a toalla, no sabe donde colgarla.
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