Espíritu de partido y amor a la patria son elementos difíciles de amalgamar.
Algunos hombres solo medran porque el espíritu de partido oculta sus defectos.
Si lo que se gasta en dar de comer al que lo tiene, se empleara en alimentar al hambriento no se conocería la pobreza.
Manifíesta gran fortáleza, el que siendo pobre, se hace respetar como rico.
La verdadera grandeza es la que no necesita
para brillar de la humillacíón de los demás.
La equitación, la caza y los festines son inútiles como diversión; como ocupación,
embrutecen.
El que abusa de todo, se expone a no poder usar nada.
Mal administrará la hacienda publica, el que no sabe administrar su casa.
No desees mas de lo que puedes alcanzar.
No te afanes en hacer conocer la razón, a los que no la conceden sino se ajusta a sus intereses.
No hay idólatra más insensato que el que se adora a sí mismo.
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