Aprende a vivir eternamente:
trata de estudiar y aprender cosas útiles y
provechosas, para ti y para el prójimo.
Cuando dejamos de aprender y no evolucionamos, comenzamos realmente a morir.
Aprende todo lo que puedas, en todos los ramos del saber, para iluminar al máximo tu
espíritu.
Aprovecha todos los instantes, para aprender
y para aumentar tus conocimientos.
No confundas cultura con sabiduría.
La cultura va de afuera hacia adentro, entra
por los ojos y los oídos y se puede quedar o
no quedar en el cerebro.
La sabiduría, al contrario, nace en nuestro
interior y se exterioriza.
Brota del corazón y sólo se conquista con la
meditación.
Hasta los analfabetos pueden llegar a la
sabiduría, si aprenden a meditar en sus
corazones las grandes verdades.
Despierta a la vida.
Medita en tus responsabilidades ante los hombres y ante Dios.
De ti aprenden las personas que conforman
tus ambientes, en la familia, en el trabajo, en la sociedad.
No evadas las responsabilidades que asumiste.
Cumple tu trabajo con amor y da el mayor
rendimiento de que seas capaz, empeñando
todas tus fuerzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario