PENSAMIENTOS
Muchas veces anhelamos ser buenos y amables, y se nos quiebran en las manos
nuestros propósitos del bien.
Pero ser bueno con el bueno no tiene gracia.
El heroísmo está, precisamente, en ser bueno
con los malos.
En conservar la calma frente a personas exasperantes.
En ser generosos con las personas egoístas
Busca llegar a esos límites y demuestra, con tu ejemplo, que sabes ser bueno.
Tú, abuelo, que tienes la felicidad de ver a tus nietos, tan encantadores, fíjate cómo te
miran sin levantar sus ojos, viéndote como
ejemplo y modelo de lo que dices y haces.
Nárrales historias bellas, con su moraleja,
y despierta en sus espíritus infantiles el amor
a la virtud y al trabajo.
Pero, sobre todo, dales la lección más grande
para sus vidas: tu propio ejemplo de trabajo
y honradez.
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