Sé firme en tus actitudes y constante en tu ideal.
Pero sé paciente, sin pretender tenerlo todo en seguida.
Hay tiempo para todo.
Todo lo que es tuyo te llegará a las manos,
oportunamente.
Aprende a esperar el momento preciso para recibir los bienes que reclamas.
Aguarda con paciencia que los frutos maduren, para poder apreciar debidamente su sabor.
En el camino que hacemos, hay unos más lentos y otros más veloces.
No pretendas de los otros lo que no siempre
tú logras hacer.
Busca comprender las equivocaciones del prójimo, y aguarda a que unos pocos logren
alcanzar la difícil cumbre de la virtud.
Nadie se hace santo de la noche a la mañana
Ten paciencia con tus compañeros de
peregrinación en la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario