PENSAMIENTOS
Cuando te sobrevenga una enfermedad, trata
de asumirla, de soportar el sufrimiento que conlleva desde la armonía del ser, desde el buen humor, y la serenidad y no desde la depresión, la desesperanza o el fatalismo.
Precisamente cuando estás enfermo percibes con más claridad que eres mucho más que un cuerpo físico.
Aprovecha esta consciencia para hacer de tu enfermedad un estímulo para tu crecimiento
personal.
En la enfermedad, procura tratar con amor a las personas que están a tu alrededor y tienen la tarea, por profesión, por vocación o
por devoción hacia ti, de cuidarte.
Ellos se sentirán mejor cuidando a una persona bondadosa, no a un cascarrabias, y
tú te convertirás en testimonio de que el amor es más grande que el sufrimiento.
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