RECETA PARA TI.
Al levantarte, bebe un vaso de agradecimiento.
Al llegar al trabajo, tomar una cucharada de
paz.
A cada hora, ingerir un comprimido de paciencia y una copa de humanidad.
Al llegar a casa, inyectarte una dosis de amor
Y antes de acostarte, tomar dos cápsulas de
conciencia tranquila.
Solo existen dos días del año en el que no
se puede hacer nada.
Uno se llama ayer y otro se llama mañana.
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