Al salir de casa, un hombre vio a un niño parado ante su flamante coche.
El pequeño no podía cerrar los ojos de admiración y, cuando el dueño del vehículo se le acercó, le preguntó: ¿Es suyo?, Tras afirmar con la cabeza, le explicó lo siguiente "Es el regalo que me ha hecho mi hermano el día de Navidad".El niño quedó muy asombrado y comentó:
"Cómo me gustaría..."El propietario del automóvil entendió que le encantaría tener un hermano como el suyo, por eso se asombró cuando el pequeño añadió:
"Me gustaría poder ser algún día un hermano
tan generoso".
Sorprendido por la respuesta, el hombre le invitó a dar una vuelta y el niño aceptó encantado. Cuando llevaban un rato circulando, le preguntó al señor: "¿No le importaría que pasáramos frente a mi casa?",
El conductor pensó que lo que quería era presumir ante sus vecinos.
Cuando llegaron al sitio, el menor le pidió que aparcara, salió corriendo y regresó con su hermano que tenía muchas dificultades para caminar.
"Algún día te regalare uno igual para que puedas ir donde quieras",le dijo su hermano.
El hombre quedó tan impactado que sentó a ambos en el coche y les dio un paseo inolvidable. Esa Navidad aprendió una lección
de vida: que hay más felicidad en dar que en recibir.
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