El grado de estrés que hay en tu vida no es consecuencia de lo que ocurre a tu alrededor sino más bien del modo en que tu reaccionas ante los acontecimientos.
Observate y comprenderás hasta qué punto tus reacciones reducen o aumentan el estrés en tu vida.
Hay personas que viven como una catástrofe cada bache que se encuentran por la autopista de la vida y siempre están temiendo lo peor.
No te quedes paralizado ante tu temor a lo desconocido y lo incontrolable.
No falta quien piensa que cada cual debe resolver sus propias dificultades por sí solo.
Pero si tú sabes lo que puedes necesitar de los demás y tienes el valor de pedirlo, sufrirás menos estrés.
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