Del otoño aprendí que aunque las hojas caigan, el árbol sigue de pie.
La persona que mereces, es aquella que teniendo la libertad de hacer lo que quiera te elije a ti en todo momento.
Unas palabras bonitas siempre levantan el animo, no dudes en decirlas, cuando haga falta.
Procura siempre ponerte algo que combine, por ejemplo, la cabeza que haga juego con el corazón...y las palabras con la buena educación.
El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.
No hay que apagar la luz del otro, para lograr que brille la nuestra.
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