1.Concibe la vida por amor y da amor a esa vida ya desde que empieza a ser realidad en el vientre de la madre, porque hijo fuiste, padre serás; cual hiciste, tal habrás.
2.Ofrece cariño y calor al niño que nace.
Protégelo de los peligros a que queda expuesto, ya que está indefenso, porque los amores primeros son unas flores que nunca pierden sus olores.
3.Si cuando un niño está pequeño se le enseña a defenderse, más adelante sabrá bien
pues niño que vive seguro, de mayor hombre maduro.
4.La adolescencia es la etapa más turbulenta de la vida humana.
Es el inicio de la verdadera vida y de la verdadera vida y de la verdadera lucha;
es el florecer del amor, pues quien bien ama nunca olvida.
5.Ante el momento de la elección de tu profesión, procura no equivocarte, para no dejar camino real por vereda.
6.En tu elección y en tu profesión sé el mejor.
No te quedes a mitad del camino.
No seas de los que necesitan pedir permiso a un pie para mover el otro.
7.En el momento de las crisis mantente firme y no pierdas el horizonte de tu vida, porque no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
8.Cuando llegue el momento de la recolección,
sé generoso y no olvides a quienes te ayudaron a llegar ahí, porque no sabemos cuanto vale el agua hasta que se seca el pozo.
9.En el momento de la jubilación aprende a
disfrutar de la placidez de la vida y de la serenidad de tu entorno, pues nunca es tarde si la dicha es buena.
10.Espera la muerte sin temor, como una etapa de transición que debe llegar para complemento de tu vida, porque el que se muere por su gusto, la muerte no le da disgusto.
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