Un gitano hizo un recibo a un señor que le
compró una mula, de equis pesetas como que se las debería siempre,
El dueño de la mula le pidió dicha cantidad del dinero prestado, el gitano se negó, le llamó
al jucgado, como le debía esa cantidad y presentó el recibo, contestación del gitano.
Si señor yo le hice ese recibo para siempre, y si se las pago, ¿para que sirve el recibo?
El león y el ratón.
Un enorme león se hallaba un día durmiendo
al sol cuando un pequeño ratón tropezó con su zarpa y lo despertó.
El león iba a engullirlo cuando el pequeño ratón gritó:
-¡Oh, por favor, déjame ir! Algún día puedo ayudarte...
El león se rio ante la idea de que el pequeño
ratón pudiera ayudarle, pero tenia buen corazón y lo dejó en libertad.
Algún tiempo después, el león quedó atrapado en una red. Tiró y se revolvió con todas sus
fuerzas, pero las cuerdas eran demasiado fuertes. Dio un potente rugido.
El ratón lo oyó y corrió hacia él.
-Tranquilo, querido león, yo te pondré en libertad. Roeré las cuerdas.
Con sus afilados dientes, el ratón cortó las cuerdas, y el león se salvó de la red.
-Una vez te reíste de mí -dijo el ratón-.
Creías que yo era demasiado pequeño para ayudarte.
Pero, como ves, debes la vida a un pequeño y
humilde ratón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario