El amor es donación y no exigencia.
Quien ama de verdad, lo da todo y no pide nada.
El que pide y exige algo de la persona que dice amar, demuestra a las claras que no ama
manifiesta, en cambio, un egoísmo concentrado.
Amar no es recibir sino dar.
No es pedir, sino proporcionar felicidad gratuitamente.
Las madres, con su abnegado amor, nos han dejado el más alto ejemplo de amor.
*No repitas apresuradamente lo que oyes.
Antes, infórmate de la verdad.
Si fuera mentira, procura desmentir.
Si fuera verdad, tampoco lo repitas.
Si no llegan evidencias, calla.
La caridad consiste en aprender a callar los defectos ajenos, como te gustaría que los otros
lo hicieran contigo.
Sé prudente: el silencio es oro, cuando se calla
la equivocación del prójimo.
*Sé humilde.
La vanidad es el peor de los defectos, porque
hace que nos engañemos a nosotros mismos.
Si eres muy sabio, siempre habrá alguien más
sabio, que tú.
Si eres muy fuerte, siempre habrá alguien más
fuerte.
Por eso, sé humilde.
¿De qué te glorías?
La vanidad nos quita el sentido de las proporciones, y terminamos volviéndonos ridículos, porque nos engañamos a nosotros mismos.
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