No empieces a destruir lo que hizo tu antecesor.
No comentes que él fue un inútil y que todo lo hizo mal.
Tu no inventarás nada nuevo; ya todo está inventado.
Piensa que, cuando tu te vayas, otro dirá lo mismo de ti.
Corrige lo que a tu criterio está mal, pero no
creas que todo está mal.
El antecesor tuvo la misma voluntad y talento
que tu.
No te consideres un genio, nadie lo es;
conformate con ser normal.
Trabaja con ahinco, pero silenciosamente.
Cubre con el manto de la camaraderia los defectos de tu antecesor.
No por criticar a tu colega, tu apareces como
mejor.
Todo hombre recibe dos educaciones: la que le
dan y la que él se da: ésta última es la más
importante.
Horrible desgracia es amar sin ser amado, pero más horrible es aún ser amado cuando
ya no se ama.
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