Los ejemplos corrigen mucho mejor que las
reprimendas.
La disciplina es la segunda cosa más importante que los padres deben proporcionar a sus hijos.
La primera es, por supuesto, el amor.
Yo no soy el colega de mi hijo. Soy su padre.
Si fuera su amigo, lo estaría dejando huerfano.
El cerebro de nuestros hijos necesita que les
enseñemos a saborear la vida, no a consumirla.
Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender.
El ascensor hacia el éxito no está disponible.
Tienes que usar las escaleras, una a una.
Si no te gusta algo, cámbialo.
Si no lo puedes cambiar, cambia tu actitud.
No permitas que el ruido de las opiniones de
los demás ahoguen tu voz interior.
El amor que entregamos es el único amor que
conservamos.
Nada dura para siempre, ni siquiera tus problemas.
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