La soledad quizás sea una cruz de las mas pesadas de este mundo. La soledad del anciano, sobre todo cuando se siente marginado.
La soledad de la soltera que desprecio oportunidades y al sentirse mayor va perdiendo la esperanza de formar un hogar.
La soledad del sacerdote que aunque la haya elegido no por eso deja de ser una prueba.
La soledad es una prueba por la que todos deberiamos pasar.
La soledad puede convertirse en el encuentro de nuestra alma con Dios.
Mientras todo nos sonríe en la vida pensamos poco en Dios, hay que confesarlo.
Pero llega un día en que la soledad llama a nuestra puerta, entonces nos acordamos de Dios.
En la prueba de la soledad aprendemos a hablar con Dios, es decir, a rezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario