¡Anda alegre mientras vivas!
Siembra semillas buenas de paz y optimismo con una vida cabal.
Ayuda a los demás generosamente, de tal modo
que tu vida se convierta en la alegría constante de hacerles el bien a todos.
No te preguntes si ellos serán agradecidos o te
pagaran.
Haz el bien, sin esperar nada a cambio, porque solo así demostrarás que tu amor es para todos.
No leas cosas desagradables y tristes sobre escandalos y desastres.
Lee y piensa únicamente lo bueno y puro, lo
bello y verdadero.
Convencete a ti mismo de que éstos son los
únicos estados dignos de Dios y de los hombres. No hables de tus enfermedades, dificultades o pobreza.
Cuanto más los hablas, más se agravan.
Habla apenas de salud y abundancia, y vive con optimismo y alegria.
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