EN BOCA CERRADA...

Pensamientos  tontos  los  tenemos  todos,  pero  el
sabio  se  los  calla.

El  sabio  no  dice  lo  que  sabe, y  el  necio  no  sabe  lo  que  dice.

El  que  callar  no  puede,  hablar  no  sabe.

Tu  lengua  es  como  un  león, si  la  guardas  te  
defenderá, pero  si  la  dejas  escapar  acabará  por  devorarte.

Cuando  hables, procura  que  tus  palabras  sean
mejores  que  el  silencio.

Se  precisan  dos  años  para  aprender  a  hablar,
y  sesenta  para  aprender  a  callar.

Todos  los  órganos  humanos  se  cansan  alguna
vez  salvo  la  lengua.

Las palabras de oro van a menudo seguidas de actos de plomo.

Nadie precisa mejor que la hormiga y no habla.

Solamente buscando las palabras se encuentran los pensamientos.

El que habla siembra, y el escucha cosecha. 


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