Para quien tiene la obligacion de mandar.
No hemos venido al mundo a ser servidos, sino a servir
La alegria es para el hombre lo que la luz del sol para las plantas.
Haz el favor de reír, aunque no tengas ganas.
Sonrie siempre y estimula tu propia alegria.
Si tienes que mandar, hazlo con tanto respeto y delicadeza como si te mandaras a ti mismo.
Manda de tal manera que puedas ser obedecido con gusto.
Que la antipatia, el desprecio o las actitudes de rechazo de los demas no te hagan cambiar
tus modales amables, es mas te sujiero que trates con simpatia a todas las personas.
Se amable y respetuoso siempre con todos pero
entrenate cada dia en ser especialmente agradable con los tuyos y con quienes convives
a diario.
Evitales a los demas todos los disgustos que puedas.
Si te equivocas, tratate con cariño mientras reconoces tu error y recuerdas que eres capaz
de hacer muchas cosas bien.
Obrando asi, no tendras problemas en disculpar
y comprender a los demas cuando se equivocan.
Si tienes que reprender, o corregir y ejercer tu
autoridad y exigir disciplina, hazlo siempre
partiendo de una actitud serena y equilibrada
interior y exteriormente.
Ante ti tienes a una persona y como tal merece todo tu respeto consideracion y trato
afectivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario