Amar es una dicha, odiar es un tormento:
el amor es la ley del cielo, el odio la del
infierno.
El regalo más bonito que alguien puede haceros
no es amaros sino enseñaros a quereros.
No permitáis que nadie venga a vosotros y se las opiniones
marche sin ser más feliz.
Amar y ser amado es recibir el sol por los dos lados.
La felicidad no depende del lugar en el que se vive
sino de la persona con la que se está.
No arrebatéis a nadie las opiniones que lo hacen
feliz sino podeis darle otras mejores.
Feliz el que regresa por la tarde al hogar y se sienta entre los suyos.
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