Erase una vez un maestro que estaba instruyendo a uno de sus mejores discipulos y, como no queria que se entregase solo al arte de la meditacion en detrimento de la generosidad, decidio enviarlo a pasar unas fechas tan entrañables como la Navidad con los pacientes de un centro medico para personas sin recursos. Cuando regreso de su primer dia en el hospital, el maestro le pregunto: ¿Que tal te ha ido? Y el respondio: "Pues estupendamente. He ayudado lo que he podido y todos estan muy agradecidos.
He preparado comidas, he aseado a los enfermos y les he cambiado de vendas,incluso el director del centro me ha felicitado...
Entonces, el maestro cogio una vela y prendio con ella una hoguera que estaba preparada para espantar a los animales salvajes. El alunno, muy extrañado le pregunto, ¿por que ha hecho eso?"
Y este respondio:"Recuerda siempre esta leccion:como la cera se derrite en el fuego, asi de rapido pierden merito las buenas acciones de las que uno presume"
Esto nos enseña que no sirve de nada en estas fechas ser solidarios para presumir de ello.
Ayudar a alguien es lo mejor para agradecer lo que
tenemos y hacer felices a los demas.
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