Se dice que el discípulo de un venerable y sabio maestro estaba extrañado y sorprendido de que su viejo mentor estuviese siempre sonriente y feliz, a pesar de las dificultades que tenia en la vida, que no eran pocas. Muy intrigado con esa actitud tan positiva, un día le pregunto:
-Maestro, perdone mi osadía pero ¿me permite que le haga una pregunta personal?
-Adelante, muchacho- respondió el sabio.
Sabemos que usted tiene problemas y apuros como todo el mundo, pero siempre se le ve contento y satisfecho. ¿Cómo es eso posible?
-Querido discípulo- respondió el sabio-no hay secreto alguno en esto. Cada mañana, cuando me despierto, me hago a mi mismo la misma pregunta.
¿Qué escojo hoy: alegría o tristeza? Y siempre escojo alegría.
Esta pequeña historia nos cuenta que todos tenemos la opción de escoger cual va a ser nuestra actitud ante la vida. Aun ante las situaciones difíciles que no podemos cambiar siempre podemos elegir como las queremos vivir No siempre es facil y es algo que con frecuencia tenemos que aprender a hacer porque el esfuerzo valdrá la pena.
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