Un anciano leon, incapaz ya de obtener por su propia fuerza la comida, decidio hacerlo usando la astucia. Para ello se dirigio a una cueva y se tendio en el suelo, gimiendo y que estaba enfermo. De este modo, cuando los otros animales pasaban para visitarle, los atrapaba inmediatamente para su comida. Habian llegado y perecido ya bastantes animales, cuando la zorra, adivinando cual era su ardid, se presento tambien, y deteniendose a prudente distancia de la caverna, pregunto al leon:
-¿Como anda de salud, anciano leon?
-¿No me ve?Me encuentro muy mal. Debo estar en las ultimas, querida amiga zorra- contesto el felino invitandola amablemente a entrar en la cueva. gracias por su invitacion, pero mejor me quedo fuera- respondio la zorra.
-Entre,entre, por favor, y hagame compañia un un rato. Me siento muy solo...-insistio el leon.
Sepa que hubiera entado...si no viera que todas las huellas entran, pero no hay ninguna que salga-le dijo.
Esta historia nos enseña que tenemos que prever a tiempo el peligro para evitar salir dañados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario