Dos nutrias salieron juntas a pescar y consiguieron llevarse un grueso salmón. Como no se pusieron de acuerdo en la manera de repartirse el suculento manjar, se dirigieron a un chacal (una criatura conocida por su egoísmo y traición), con la finalidad de proceder a una justa distribución de la presa.
-¿Os atendréis a mi decisión?- les pregunto el chacal.
-Si, totalmente- asintieron las nutrias.
Entonces, el chacal corto la cabeza y la cola del pez y las aparto.
-Amigas, aquella de vosotras que corre a lo largo de la ribera del rio tendrá la cola y la que pesca en las aguas profundas, la cabeza. En cuanto a la parte del medio, esa me pertenece a mi, ya que soy el juez
Dicho esto, el chacal se fue con la mejor parte del salmón mientras las nutrias desilusionadas y disgustadas como se iba.
Esta historia nos enseña que, para disponer de la mejor valoración, hay que acudir a una persona honrada, con valores y principios.
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