Dos amigos soldados que se dirigían a sus casas cruzaron un callejón oscuro y no se percataron de que un ladrón iba detrás de ellos. En el momento en el que este los sorprendió, uno de los dos soldados fue atacado, mientras que el otro, asustado, salió huyendo, dejando abandonado a su amigo, que tuvo que defenderse solo. Al final, consiguió zafarse del delincuente y cuando se estaba reponiendo del susto, vio regresar a su amigo con su escopeta desenvainada y agitando su capa diciendo a gran voz "Ahora vera este ladronzuelo" Al oír esto, el soldado que había luchado solo le dijo.
"Mejor te callas y guardas la espada y tu inútil lengua.. Ahora que te conozco mejor que nunca, se bien que el único valiente aquí solo fui yo. Y es tarde para que vengas a pretender ganarte un merito que no mereces, ya que lo único que hiciste fue huir a toda velocidad "
Esta historia nos enseña que, en los malos momentos, es cuando sabemos quien es nuestro amigo.
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