Erase un rey que tenia tres hijos. Poseia, ademas grandes riquezas, entre ellas un brillante de gran valor, admirado en el mundo entero y que nadie sabia a quien iba a dejar su herencia. El soberano tenia dudas hasta que, un buen dia, resolvio someter a sus tres hijos a una prueba para decidirse. Aquel que hiciera la mejor hazaña en un solo dia se quedaria con la joya. Al llegar la noche, cada uno de los tres hijos relato los acontecimientos de la jornada. El mayor conto que habia dado muerte a un dragon que asustaba al reino, el mediano, que vencio a 10 hombres armados con una daga.
Y el pequeño dijo, sin grandes aspavientos, "Yo encontre a mi mayor enemigo durmiendo al borde de un acantilado, y le deje seguir durmiendo"
Entonces, el rey se levanto del trono, abrazo a su hijo menor y le entrego el brillante.
Esta historia nos enseña que la humildad y el perdon son las mayores virtudes de los valientes.
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