Un maestro se encontraba caminando acompañado de sus discipulos. Pasaron junto a un lago y pidio a uno de sus alumnos que le trajera agua. Pero cuando este se acerco vio que habia gente lavando la ropa, dejando el agua fangosa y turbia. El discipulo regreso y dijo."Maestro, el agua no es apta para beber". "Entonces es mejor que descansemos junto a este arbol", respondio el maestro.
Una hora despues solicito al mismo discipulo que regresara al lago y le trajera agua.
El discipulo descubrio que, esta vez, el agua estaba clara. El barro se habia asentado y el agua parecia apta para beberse. Asi que la recogio en una olla y se la llevo al maestro, que le dijo:"Dejaste que el agua se calmara y el barro se asentara por si solo, por lo que ahora tiene agua clara sin esfuerzo. Tu mente tambien es asi. Cuando esta perturbada, dejala estar. Dale tiempo. No tienes que esforzarte para calmarla. Se asentara por si sola.
Recuerda que solo podemos juzgar y tomar las mejores decisiones cuando mantenemos la calma".
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