Todas las flaquezas, todas las concesiones, todas las cobardías de nuestro espíritu, son obra del
amor, de la simpatía. Por ella concedemos a los demás cualidades que en realidad no poseen, y nos creemos obligados a mostrarles, en cambio, cualidades que nosotros no poseemos. El único camino de nuestra redención es el amor.
Jacinto Benavente
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