Una pequeña ola disfrutaba junto con sus compañeras de la vida en el mar. Saltaba, se escondía, brincaba y jugaba con delfines y gaviotas. Su vida era realmente feliz y se sentía muy dichosa. ¡Adoraba ser ola de mar¡ Pero un dia, Las corrientes marinas la arrastraron hacia fuera y se acerco a la costa. Entonces, se fijo en que otras compañeras suyas se dirigían hacia la costa, haciéndose cada vez mas grandes. Al final, terminaban estallando en espuma y deshaciéndose contra las rocas. En ese momento, dejaba de verlas para siempre. Angustiada, la pequeña ola busco ayuda. Y se fijo en otra ola que, como ella jugaba alegre con las gaviotas. -¿Que haces?-le dijo asustada-¡Eres una ignorante!¡Estas tan feliz y no sabes que dentro de poco terminaremos nuestros dias estrellándonos contra las rocas! -¿Ignorante yo?-respondió muy tranquila la otra ola-.Creo que te equivocas. La ignorante eres tu, pequeña ola....¿O no te has dado cuenta de que al estallar contra las rocas conseguimos estar, al fin, mucho mas unidas y que todas nosotras formamos el mar? Esta fabula budista nos recuerda la grandeza y la fuerza que genera la unión. Solos somos insignificantes. Juntos una inmensidad.
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