El consejo de las personas sensatas podría ayudarnos a evitar muchos descalabros en la vida pero suele servir de poco.
Muchos drogadictos, alcohólicos, afectados de SIDA, lamentan cuando ya no tienen remedio, y no haber escuchado los buenos consejos que le dieron. Suele decir que hay que escarmentar en cabeza ajena pero la verdad es que se aprende poco en cabeza ajena, y muchos prefieren experimentos fuertes, aunque tengan veneno. La experiencia ajena sirve de poco, y cuando se tiene la propia ya no se puede usar. Si el joven quisiera, si el anciano pudiera.
La experiencia es una señora que nos da un peine cuando estamos calvos. La experiencia es un billete de lotería que adquirimos cuando ya se efectuó el sorteo.
Dios se sirve del hombre para realizar sus planes. Dios no quiere hacer en mi lugar lo que soy perfectamente capaz de hacer por mi mismo.
Un sacerdote preparaba un sermón sobre la providencia. Entonces reventó una presa y empezaron a evacuar a las gente.
El sacerdote pensó. No debo huir como los demás debo confiar, practicar lo que predico. Cuando ya llega el agua a su ventana, paso una barca y le gritaron salte padre. No hijos míos yo confió en la prudencia. El agua subió paso una barca, lo llamaron pero se negó, otra vez se subió al campanario fueron a rescatarlo y no acepto Dios no puede fallarme. cuando se ahogo y fue al cielo se quejo ante Dios porque no hiciste nada por salvarme. Bueno te tres botes no lo recuerdas.
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