Un sabio le recomendó "Serás feliz si encuentras y te pones la camisa de un hombre feliz" y empezó la búsqueda.
Fue a la Corte y consiguió la camisa del rey. Pero el rey vivía entre traidores y no era feliz y dejo la camisa. Luego obtuvo la camisa de un rico pero la riqueza no le proporcionaba la felicidad y la dejo. Después fue con un rico pero la riqueza no le proporcionaba la felicidad, y la dejo.
Después fue con un pintor celebre y ese le dijo que la pintura le proporcionaba gloria pero también envidia y no era feliz. También abandono la camisa.
Desilusionado volvió a su casa .Pasando cerca del campo oyó una alegre canción. Era un pobre campesino que araba cantando.
Buen hombre, ¿eres feliz? Totalmente". le contesto. ¿No deseas nada "Nada" "¿Te cambiarias por un rey? "Ni hablar. Bueno. ¿Quieres venderme tu camisa?" Se echo a reír y respondió ¿Mi camisa? ¡Pero si yo no tengo camisa!" Ósea que ni el poder ni la riqueza ni camisa proporcionan la felicidad.
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