El LIRIO Y EL PAJARO

Erase  una vez  un  precioso  lirio  que vivía  feliz  a la orilla  de un  arroyo. Hasta que llego un pájaro malo  que empezó  a burlarse de el porque  no podía moverse y por su pequeñez, comparado  con el lirio  imperial  que el  conocía. 

El pobre lirio empezó a angustiarse y a envidiar la libertad  del pájaro y la superioridad  del  lirio imperial. 

Un día trazaron un plan: el pájaro le quito las raíces  al lirio para trasladarlo al lugar donde  crecía  el lirio imperial.

 Pero, ¡que pena! mientras  lo trasladaba, el lirio se seco. No quiso aceptarse como era y se perdió.     Allí donde nos siembran es preciso saber florecer. No  podemos ver las estrellas  que queremos,  sino las  que tenemos encima. Si de noche  lloras por el sol no veras las estrellas. No esperes a que puedas mandar tu luz a lo lejos, alegra e ilumina  el rincón  donde vives.


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