Nacemos ignorantes, morimos instruidos. La agonía es la pereza de explicar lo que hemos aprendido. Hay quien se toma la felicidad ajena como un robo.
Si cambiáramos las balas por libros nos mataríamos a librazos.
Lo mejor que puede proporcionarnos un dialogo honesto es la comprensión de porque nos malentendemos.
Esta bien jugar a esconderse, lo malo es que nadie te eche en falta cuando estés escondido.
Gregorio Luri
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