Hay que admitir honradamente que con demasiada frecuencia, estamos fallando en el doble sentido de la palabra: juzgar y equivocarse. "piensa mal y acertaras", no es cristiano. Cómo aquella familia que pasaba el día en la playa. Apareció una anciana algo extraña y mal vestida que recogía algo del suelo y les sonrió. Los padres dijeron a sus niños que no se le acercaran, mas tarde supieron que limpia la playa de cristales para que los niños no se hirieran los pies. Como aquel buen cristiano, devoto y cumplidor, que dé repente, empezó a desaparecer misteriosamente los fines de semana.
Pronto se empezó a murmurar. ¡Quien sabe a donde ira. Y luego se supo que atendía a una mujer pagana paralitica, limpiando su cabaña y preparándole comida para toda la semana.
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