La viuda y las criadas

 En una enorme villa  vivía  una viuda  muy laboriosa  que se afanaba  en mantener todo lo que su amado  esposo había  conseguido con el esfuerzo  y trabajo de muchos años. 

Como no le gustaba perder el tiempo y lo quería todo perfecto, tenia a su servicio a  unas jóvenes  criadas  a las que  despertaba  con el primer  canto del gallo y las ponía  a trabajar  antes  de que el sol  hubiera salido  por el  horizonte.                          Las sirvientas, hartas  de que el  gallo  fuera el causante  de que cada  día ellas  se sintieran  mas cansadas,  resolvieron  un  buen  día  acabar  con la vida  del molesto animal,  pensando  que sus vidas  cambiarían  para mejor.

 Sin embargo,    ocurrió que,  tras  llevar  a cabo  su  propósito, se  encontraron  con  que, lejos de resolver  todos sus problemas  de ruido y sueño, estos  fueron a peor, ya  que su señora,  no teniendo ahora el gallo que le indicaba  la hora para despertarse por las mañanas,  las hacia  levantar  incluso  antes para que  se  metieran  en faena.                                 

Esta  fabula de Esopo nos  enseña que, antes de actuar  de forma  precipitada  para acabar  con un determinado problema, sin pensar en las consecuencias, es mejor analizar primero la causa real de ese conflicto  para no agravar aun mas la situación.