- ¡No pierdas la calma! La rabia perjudica la salud, el rencor daña el higado, la amargura envenena el corazón.
Controla tus emociones.
Sé dueño de ti mísmo.
No eches leña en el fuego de tu aburrimiento. Olvida y continúa la marcha para no perder la paz.
Piensa, antes de hablar, y no cedas a tus impulsos.
- No le des mucha importancia a la edad de tu cuerpo físico: sé joven siempre y de gran apertura espiritual. El espíritu no tiene edad. La mente nunca envejece
- No olvides que somos la expresión de lo que pensamos
el pensamiento forja nuestra vida de mañana. Aprovecha, por lo tanto, el momento que pasa en la consturcción de un futuro halagüeño.
- Procura neutralizar la parte más baja de tu ser, para que la parte superior se desarolle.
- Si eres estudiante, aprovecha el tiempo al máximo. Piensa en los esfuerzos de tus padres, para darte educación en un colegio.
Si no estudias, estás malgastando el dinero de tus padres.
Aprovecha el tiempo escolar para aprender, y no sólo para aprobar el curso.
Hazte un base de sólidos conocimientos, que te garantice una vida de triunfador.
- ¡Vivimos en el siglo de los conocimientos: no cedas a ilusiones, aunque sean bien intencionadas!
Razona imparcialmente, y no aceptes nada que no hayas entendido.
Si hay algo que no lo entiendes no lo rechaces. Trata de profundizarlo con investigación.
Conce.
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