Hay peligros en todo lo que se hace,
pero mayores peligros hay en no hacer nada.
No se descubren países nuevos sin perder de
vista la orilla por mucho tiempo.
No vayas donde el camino pueda llevarte.
Ve, en cambio, adonde no hay camino y deja
tras de ti una senda.
Cuando hacemos lo mejor que podemos nunca
sabemos qué milagro puede operarse en nuestra vida, o en la vida de otro.
Para hacer cualquier cosa que valga la pena
en este mundo no debemos quedarnos atrás,
temblando y pensando en el frío y en peligro,
sino saltar al agua y vadearla lo mejor que
podamos.
No temas que tu vida acabe; teme que nunca
empiece
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