Pocos sentimientos hay tan dolorosos como
que un ser querido te ningunee o te dé la espalda.
Cuando eso te suceda, desvía tu atención
hacia otro sentimiento antes de que la tristeza
te envuelva en sus redes.
No dejes que nadie decida por ti ni que lleve
las riendas de tu vida.
Decide tú y toma la iniciativa.
La sensación de que somos dueños de nuestra
propia vida no tiene precio.
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