Debemos leer despacio y meditar. Entonces la la lectura será como la lluvia menuda ,que no se pierde ni una gota.
No digamos que no tenemos tiempo para leer,
ni para meditar, aunque solo sea cinco minutos cada día .
No tenemos tiempo porque no damos importancia a la lectura ni a la meditación
Si pensáramos que entre todos los negocios el
más importante es el de nuestra alma,
procederíamos de otra manera.
Para unos morir es el fin. Para otros el principio. Los primeros consideran la muerte
como un naufragio. Los segundos, como la llegada al puerto deseado.
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