Si tiene remedio, ¿de qué te preocupas?
Y si no tiene remedio, ¿de qué preocupas?
La simpatía es la sonrisa de dos almas que se abrazan y de dos personas que se contemplan y miran con agrado.
Si das pescado a un hombre hambriento, le nutrirás durante una jornada. Si le enseñas a pescar, lo nutrirás toda la vida.
Nadie se hizo sabio por casualidad.
La sensibilidad del alma es que hace a los
hombres discretos y elocuentes.
La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la
única capaz de mover lo inamovible.
El campo de la felicidad no va de los demás
a ti, sino de ti a los demás.
El mayor bien es la paz y la tranquilidad del
alma.
Si os preguntáis ¿qué es el silencio?, responder: la primera piedra del templo de la sabiduría.
Permanece firme en tu pensamiento y deja correr inútilmente las lagrimas.
Lo más sospechoso de las soluciones es que se las encuentra siempre que se quiere.
Las piedras suaves poseen fuertes argumentos.
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