El optimista proclama que vivimos en el mejor
de los mundos, el pesimista teme que sea verdad.
Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena compartida en media
pena.
El modo más seguro de hacernos la vida agradable a nosotros mismos, es hacerla agradable a los demás.
La boca del embustero, hasta la verdad es
sospechosa.
Hacen menos daño cien delincuentes que un juez malo.
La alegría nace y crece desde dentro, es fácil
imaginarla, cuesta trabajo adquirirla y es difícil conservarla.
Una palabra amable es más eficiente que mil
gritos, que muchas correcciones y que un castigo.
Cuando no celebramos los éxitos con los amigos, no podemos pretender que nos acompañen en las desgracias.
Cuando más se tiene más se desea, y en vez
de llenar, abrimos un vacío
La carrera de tus acciones comienza en la familia, y la primera palestra de la virtud es
la casa paterna.
La vida sin alegría es como una lampara sin
aceite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario