¡Joven, construye sobre bases sólidas tu felicidad!
La felicidad depende de nosotros mismos, no de los demás.
Si alguien pretende desviarte del camino recto,
no lo acompañes: sigue andando por el buen
camino, que te dará la alegría del corazón.
Estudia cuanto te sea posible, oye a tus padres, sus consejos, sé limpio y sincero en tus afectos, porque de esta forma estás edificando una vida noble y digna.
¡No pierdas la calma!
No te dejes dominar por la ira.
Que tu ira no dure más de un día.
Domínate lo más que puedas.
¡Un destello de ira puede acabar con largos
y pacientes sembrados de amor y cariño!
¡Dominate!
Tal vez quien te ofendió está enfermo.
¡No pierdas la calma!
No dañes tu hígado porque es muy precioso
para ti.
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