PENSAMIENTOS
No es bueno experimentar el pasado como una indigesta comida, un cinturón demasiado
apretado o una piedra en el zapato.
Debes evitar que un pasado doloroso o dañino
te siga perjudicando.
Interprétalo más bien como un cúmulo de experiencias válidas para actuar en el presente con sabiduría y con realismo, con la mirada en el horizonte, los pies sobre el suelo y las manos abiertas.
Acéptate a ti mismo.
Es condición ineludible para que puedas vivir
feliz, en paz contigo mismo.
Acepta tu persona en su globalidad: lo físico
y lo intelectual, lo espiritual y lo material, lo
cultural, lo social y lo afectivo.
Acepta también tus circunstancias, tu pequeño
mundo: tu familia, tu hogar tus amistades,
tu trabajo....
Solo desde la aceptación de tu realidad, tanto
de tus aspectos positivos como de los negativos, podràs avanzar.
Sólo así podrás mejorar y cambiar.
Porque, te guste o no, tu realidad te acompaña allí donde vas.
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