AFILAR EL HACHA
Un joven llegó a una zona del bosque donde había una importante empresa maderera para
buscar trabajo.
Tras entrevistarse con el jefe del equipo de leñadores, éste lo aceptó sin pensárselo dos
veces viendo el aspecto que tenia el muchacho y, sobre todo, la fortaleza de sus brazos.
El primer día de trabajo en los montes se aplicó con todas sus fuerzas y cortó muchos
árboles.
El segundo día, puso el mismo empeño y energía, pero el resultado fue decepcionante:
apenas logró tirar a tierra la mitad de los
árboles que la jornada anterior.
El tercer día, pensó que sólo había tenido
mala suerte y que hoy batiría su propio récord.
Dio golpes y golpes con toda su furia, pero
sólo derribó un par de árboles.
Cuando el jefe vio los pobres resultados del
joven leñador, le preguntó:
¿Cuando afilaste por ultima vez el hacha?
Y el muchacho le respondió:
La verdad es que, con tanto trabajo, no he
tenido tiempo de parar unos minutos para hacerlo.
Y ahí radicaba el problema. No se consiguen
los mejores resultados trabajando duro.
Es una buena estrategia detenernos un instante
para reflexionar sobre cómo podemos mejorar
nuestras vidas. Haciendo esto,avanzaremos
mucho más y evitaremos frustraciones.
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