Dedica cada día algún tiempo simplemente a
SER. Para ello entra en comunión con la naturaleza y presencia en silenció la inteligencia que se encierra en todas las cosas vivas.
Siéntate en silencio a contemplar una puesta de sol, o a escuchar el sonido del mar o de un río, o simplemente a oler el aroma de una
flor.
Recibe con agradecimiento todos los dones que te ofrece la vida; la luz del sol, el canto de los pájaros, la lluvia o la nieve.
Sé agradecido también con todos los regalos que recibas de los demás, ya sean regalos materiales, dinero, palabras amables o sonrisas
Acepta, a las personas, las situaciones, las circunstancias y los sucesos tal como ocurran.
No luches contra todo el Universo luchando contra este momento.
Acepta las cosas tal como son en este momento y no tal como deseas que fueran.
Acepta que todo problema es una oportunidad
camuflada para crecer.
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