Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa procuro hacerla enseguida.
El secreto de una buena vejez, no es otra cosa
que un pacto honrado con la soledad.
El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza.
Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hemos llegado.
La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza.
Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos
que las de la cara.
Cuando uno se hace viejo gusta más releer que leer.
Hay cuatro cosas que son buenas: viejos amigos para conversar, leña vieja para calentarse, viejos vinos para beber, y viejos libros para leer.
El viejo no puede hacer lo que hace un joven,
pero lo que hace es mejor.
Se necesitan dos años para aprender a hablar
y 60 para aprender a callar.
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